El 26 de julio de 2012 es una fecha que ha pasado a la historia contemporánea de la economía. Los mercados financieros europeos estaban sometidos a una extrema tensión, la prima de riesgo española se disparaba por encima de los 600 puntos básicos y cundió el pánico ante un posible colapso del euro . Y entonces fue cuando el italiano Mario Draghi , a la sazón presidente del Banco Central Europeo (BCE) , dijo las palabras mágicas: "Dentro de nuestro mandato, el BCE está dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente". Fue casi como un conjuro: aquella veintena de palabras insuflaron la calma en el sistema nervioso de la economía europea. La moneda única sobrevivió.

Pero no todos lo creyeron así en un primer momento. Empezando p

See Full Page