Ante todo debemos dejar claro que la fiebre es un síntoma, la manifestación de una enfermedad. Es uno de los mecanismos de alerta del cuerpo que predice afecciones. La fiebre se reconoce no solo cuando sube la temperatura corporal, sino que puede manifestarse acompañada de escalofríos, sudoración, enrojecimiento de la piel, dolor de cabeza y malestar general. Estos síntomas frecuentemente se reflejan como respuesta a alguna afección inflamatoria o infecciosa.

Médicos señalan que se puede hablar de fiebre cuando la temperatura oral supera los 37.5 °C y la rectal los 38 °C, aunque se trate de adultos o niños.

Ciertamente, algunas variables influyen, que puede incidir en que una medición sea considerada adecuada para el diagnóstico. Tanto es así que popularmente se habla que varía desde e

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