La lluvia caía con furia aquella noche de enero en Port Orange , Florida . La ruta estaba desierta y oscura, cortada apenas por el haz intermitente de algún faro lejano. Dentro del bar The Last Resort , apenas iluminado, la música de la rockola se ahogaba entre charlas y risas breves. Nadie, salvo los asiduos, sabía que cerca de esa barra, Aileen Wuornos —la primera asesina serial declarada de la historia de Estados Unidos — trazaba el último acto del drama que la llevaría a la muerte.
La noticia principal que estremeció al condado y luego al país entero fue la detención de Wuornos, la mujer errante de la autopista, acusada de haber matado a siete hombres entre 1989 y 1990. Aquella mañana otoñal de 1991, el nombre de la vagabunda se convertía en mito, y el pequeño bar en epi