La llegada de una nueva estación trae consigo algo más que un cambio en el tiempo: ese ritual doméstico, a menudo temido, que es el cambio de armario. Sin embargo, lo que muchos perciben como un engorroso quebradero de cabeza puede convertirse en una oportunidad para el bienestar y el orden mental, una especie de terapia de organización que pone a punto tanto el ropero como las ideas. La clave no está en la obligación, sino en afrontar la tarea como un proyecto de renovación personal. Además, este ritual de organización es la excusa perfecta para informarse sobre los colores que vestirán el otoño y alinear el armario con las nuevas tendencias.

De hecho, el verdadero desafío comienza con un ejercicio de honestidad brutal frente al espejo de nuestras propias excusas. La regla de oro para

See Full Page