El caso de una mujer que profanó una tumba en el municipio de Landázuri, al sur de Santander, ha abierto un debate sobre la importancia de la salud mental.

El hecho, ocurrido en la mañana del miércoles en el cementerio El Sagrado Corazón de Landázuri, ha generado asombro y conmoción por la manera en que la mujer buscó refugio en el cuerpo de su ser querido, identificado como Diego Expedito Moreno Rojas.

Según versiones locales, la mujer aprovechó la ausencia del sepulturero para retirar la lápida de la bóveda, sacar el ataúd y comenzar a abrir una de las tapas con el propósito de hablarle al cuerpo.

Algunas personas que estaban en el lugar se percataron de la escena y de inmediato dieron aviso al trabajador, quien se encontraba incapacitado, pero que acudió al sitio para confrontar a l

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