El régimen presidencialista andaluz creció durante el largo mandato socialista, para llegar al máximo con el Partido Popular. El desprecio del presidente Moreno al papel que el Estatuto concede al Parlamento como primera institución de la autonomía se evidenció el miércoles, cuando se ausentó para no oír a los portavoces de la oposición en el pleno sobre la crisis sanitaria. Un presidente adicto a las fotos desaparece de una imagen incómoda. Doble falta de respeto: al sistema parlamentario y a las víctimas de errores en los cribados de cáncer de mama. De la propaganda buenista se pasa de golpe a cólera con la oposición y enojo con las mujeres perjudicadas.

Dentro de unas semanas veremos otro alarde presidencialista cuando Moreno celebre el 4 de diciembre en San Telmo, para mayor gloria de

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