Los argentinos acudirán el próximo domingo a las urnas con una economía estancada y agobiada por las tensiones financieras y un penoso panorama en las empresas y el mercado laboral, que desde hace casi dos años soportan los efectos del severo plan de ajuste del Gobierno de Javier Milei.

En estos comicios legislativos, el economista ultraliberal se someterá a su primer gran test electoral de alcance nacional con dos «logros» en materia económica: la desaceleración de la inflación -que pasó de un pico del 289.4% interanual en abril de 2024 al 31.8% en septiembre pasado- y la recuperación del equilibrio en las cuentas públicas.

Sin embargo, las herramientas para conseguir ambas metas y sus consecuencias son cuestionables y, en buena parte, incidirán este domingo en el resultado electoral.

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