El sol sale por el este, cuatro más dos son seis, la energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado y la izquierda se divide. Siempre. Sin excepción. 

Es casi una ley universal. Una especie de maldición que afecta a todos los ámbitos de la vida pública. Especialmente al poderoso Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Cambian los tiempos, cambian los protagonistas, pero no cambia esta nefasta tradición. La historia de casi todos los CGPJ siempre es igual: con los vocales progresistas enfrentados y la derecha aprovechándose de esa división.