Durante años, el Gobierno de Estados Unidos ha presentado la crisis de drogas como un problema externo, en el que los cárteles internacionales son los responsables del ingreso y distribución de narcóticos dentro de su territorio. Sin embargo, diversos informes oficiales y judiciales muestran una realidad más compleja: el narcotráfico también tiene raíces internas, con organizaciones criminales nacidas y consolidadas en el propio país, es decir, hay narcos estadounidenses .

Estas bandas, con presencia en múltiples estados, no solo distribuyen drogas importadas, sino que controlan redes completas de venta local, lavado de dinero y violencia territorial. En ciudades como Los Ángeles, Chicago, Boston o Nueva York, grupos delictivos con larga trayectoria han evolucionado de simples pandi

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