El asesor especial del presidente de Brasil, Celso Amorim, volvió a levantar su voz contra la narrativa occidental que demoniza a Venezuela y a su presidente Nicolás Maduro, señalando que “Maduro no es Bin Laden” y que comparar a un líder político latinoamericano con un terrorista global es una distorsión peligrosa que busca justificar sanciones y aislamientos. Amorim —considerado uno de los arquitectos de la política exterior soberana de Brasil— subrayó que la personalización del conflicto venezolano responde a intereses que buscan deslegitimar la autodeterminación de los pueblos y reconfigurar el mapa político de la región bajo los parámetros de Washington y Bruselas. En su análisis, Amorim insiste en que Brasil no puede ser un espectador pasivo ni un satélite de potencias ex

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