Muchas personas pueden ofrecer consejos sensatos a quienes las rodean, pero se sienten incapaces de aplicar esa misma lógica a sus propios problemas . Esta paradoja, frecuente tanto en terapia como en la vida cotidiana, se debe a la influencia de las emociones en la toma de decisiones , según señala Psychology Today .

Aunque la mayoría ya conoce la solución a sus dificultades, las emociones tienden a nublar el juicio y entorpecen la capacidad para seguir los propios consejos.

El fenómeno de aconsejar con claridad a otros, pero tropezar con los propios dilemas, tiene una explicación sencilla : cuando se trata de asuntos ajenos, el distanciamiento emocional permite analizar la situación con lógica y objetividad. Psychology Today destaca que, al observar los problemas de los

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