En los últimos años, el halftime show ha dejado de ser un mero entretenimiento para convertirse en un termómetro cultural. Y esta vez, la decisión de colocar a un artista que canta en español en el centro del escenario más visto del planeta no pasó desapercibida. No fue un accidente. Ni una apuesta arriesgada. Fue una declaración.

Quien mejor entiende eso es quien ya lo vivió. “Recuerdo que cuando hicimos el nuestro, incluir parte de nuestro repertorio en español fue una decisión audaz” , dijo hace días Shakira en una entrevista que hoy suena como un testimonio histórico. No hablaba de cifras, ni de trending topics. Hablaba de resistencia: de cuando su propio español en el Super Bowl XLVII fue visto como una excepción, casi una anomalía. Hoy, esa misma lengua no solo está en el mapa,

See Full Page