Los fans que gritaban “ Quisiera saber ” con la voz que los había acompañado desde la universidad, no sabían que esa noche, la última nota que cantó, era también la última que cantaría con los Daniels .

Detrás de la energía que caracterizó su presencia en escena —esa mezcla de vulnerabilidad y fuerza que hacía parecer que cada canción era una confesión en vivo— había algo que no se decía en los micrófonos. Entre bastidores, en las horas entre show y show, el vocalista empezó a despedirse. No con discursos, sino con miradas más largas, con silencios que antes no existían, con canciones que cantaba como si las estuviera grabando por última vez.

La banda, que desde 2007 construyó una identidad sonora tan personal que hasta los que no escuchaban rock sabían quién era Ismael por su voz, a

See Full Page