La dana puso el empleo de las zonas afectadas en paréntesis forzado. Las fábricas perdieron su maquinaria, los comercios y bares anegados tuvieron que empezar de cero, los trabajadores se fueron al ERTE y los datos de contratación se desplomaron. Hoy, un año después de esta desgracia que no solo ha dejado una profunda cicatriz emocional sino también económica, el empleo late con más fuerza que nunca en los municipios que se llevaron la peor parte de las inundaciones.
Alrededor de 275.000 trabajadores se vieron afectados por la dana en la Comunidad Valenciana con más de 3.000 expedientes de ERTE que incluyeron a 33.000 empleados. A las puertas del primer aniversario de la tragedia, en torno a 3.000 empleados siguen en ERTE de fuerza mayor, una cifra que, aunque sigue siendo considerable,

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