Mientras el intercambio político entre los presidentes Gustavo Petro y Donald Trump elevó el tono de las tensiones entre Bogotá y Washington, los principales gremios empresariales de Colombia intensificaron su agenda institucional en Estados Unidos para proteger el clima de confianza y evitar que las diferencias diplomáticas se traduzcan en sanciones, nuevos aranceles o trabas al comercio bilateral.

Una agenda que se activó desde enero, cuando comenzaron a darse los primeros choques entre ambos mandatarios y que ha venido escalando la cual incluye acercamientos con autoridades, congresistas y líderes empresariales estadounidenses. Su objetivo: mantener abiertos los canales de diálogo económico y reafirmar que las posiciones políticas del Gobierno no representan al conjunto del país produc

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