España está inmersa en una crisis habitacional que afecta a amplios sectores de la población. Los precios de la vivienda han subido de manera sostenida en los últimos años, especialmente en las grandes ciudades y zonas turísticas, lo que ha dificultado el acceso al mercado para jóvenes y familias con rentas medias y bajas. La escasez de vivienda disponible y la alta demanda mantienen la presión sobre los precios, generando un entorno cada vez más complicado para quienes buscan su primer hogar.

Esta situación se ve agravada por la falta de suficiente construcción nueva para cubrir la demanda creciente. Aunque se han registrado aumentos en las compraventas, la oferta sigue siendo insuficiente y los precios continúan al alza. Esto ha convertido a la vivienda en un bien cada vez más inaccesib

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