Se valen de su poder económico e influencia para apoderarse y privatizar las tierras ejidales. Familias como los Chapur, Ponce, Gamboa Patrón, Abimerhi, Almazán, Abraham son dueños de grandes extensiones de tierras, contratando a mercenarios agrarios para concretar el robo.

El caso más extremo es el del ejido de Sodzil Norte, donde incluso la casa ejidal se vendió a empresas hoteleras, donde se levantó un imponente complejo departamental de lujo. El mayor acaparador de tierra en el país es Antonino Almazán Arteaga, posee 4 mil 642 parcelas.

Investigaciones de Sol Yucatán apuntan a que existen proyectos para la construcción de parques eólicos donde el proveedor de las tierras será precisamente Génova Gamboa, quien en realidad sería prestanombres de la familia Gamboa.

Redacción/Sol Yucatá

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