El porta esponjas es uno de los elementos comunes en todas las cocinas de los argentinos. Sin embargo, su reinado parece estar llegando a su fin.
A pesar de ser poco común, el nuevo método para guardar las esponjas que elimina bacterias y las deja como nuevas después de cada uso consiste en dejarlas dentro de una bolsa plástica con bicarbonato de sodio.
Este truco no solo ayuda a mantener la esponja seca, sino que también combate los malos olores y los gérmenes que suelen acumularse con el uso diario.
Para qué sirve este método
Cuando termines de lavar los platos, enjuagá bien la esponja y escurrila para sacarle el exceso de agua. Después, dejala dentro de una bolsa plástica limpia y agregá una cucharada de bicarbonato de sodio.
Dejá la bolsa abierta o hacé algunos agujer

Diario de Cuyo

CNN