Con las tasas de interés en máximos históricos y una deuda total de tarjetas de crédito que supera los $1.21 billones de dólares, cada vez más estadounidenses enfrentan dificultades para mantenerse al día con sus pagos. Muchos de ellos terminan en manos de cobradores y, en algunos casos, enfrentan demandas judiciales incluso por montos pequeños.
Aunque mucha gente cree que una demanda solo ocurre cuando se deben grandes sumas, los cobradores de deudas pueden presentar acciones legales por cantidades más bajas de lo que se piensa.
No existe una cifra fija que determine cuándo un cobrador puede demandar, ya que cada caso depende de varios factores, como el monto de la deuda, el tipo de crédito y las leyes estatales.
Uno de los principales factores es el tamaño de la deuda frente al co

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