Como Antonio Durán fue identificado el hombre que se salvó milagrosamente de morir tras quedar sepultado por una avalancha de piedra y lodo en la vía que comunica San Pedro con San Javier, en la parte alta del municipio de Ciénaga, Magdalena.

De acuerdo con las primeras versiones, el hombre se desplazaba a caballo en medio de un fuerte aguacero, cuando de repente el terreno cedió, provocando el deslizamiento que lo atrapó junto a su mula.

Gracias a la rápida reacción de la comunidad, Dura fue rescatado y trasladado al puesto de salud de San Pedro y posteriormente, fue remitido a una clínica en Ciénaga.

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