Los jugadores del club gallego compaginan sus empleos con la ilusión de vivir una noche histórica ante la Real Sociedad

“El día del partido voy a ir a trabajar como un día normal”. La jornada laboral de José Dacuña, portero de la SD Negreira comienza muy pronto, concretamente a las seis de la mañana, cuando se levanta. Una hora más tarde ya se ha puesto manos a la obra en el concesionario Copersa, su lugar de trabajo desde hace más de quince años. Es chapista. En el mismo caso que el cancerbero está su compañero Gonzalo Suárez, frigorista. “Pides días en el trabajo para jugar, pero tampoco se pueden pedir tantos porque vas a tener problemas. Es complicado. Es más fácil para los chavales jóvenes que están estudiando… Trabajaré como un día normal, aunque acabaré un poco más pronto”, confía

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