En un duelo que duró seis horas y 54 minutos y se extendió hasta la entrada 18, los Dodgers de Los Ángeles vencieron 6–5 a los Blue Jays de Toronto, gracias a un cuadrangular solitario de Freddie Freeman que desató la locura en el Dodger Stadium. Fue un partido que agotó a los bullpens, puso a prueba a las defensivas y confirmó por qué ambas novenas son las mejores de sus ligas. Más que un triunfo, fue una exhibición de resistencia, talento y equilibrio.

El Dodger Stadium fue escenario de una batalla que rozó lo mítico. Durante casi siete horas los Dodgers y los Blue Jays se enfrentaron en un juego que recordó por qué el béisbol es una historia contada en episodios infinitos. Hubo jonrones, joyas defensivas, pelotazos, sustituciones y hasta un amago de lesión de Shohei Ohtani.

Al final,

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