El antiguo guerrillero alias “Aureliano Buendía” —también perpetuo revolucionario— parece no entender la diferencia entre el pueblo que cumple las funciones que le asigna la Constitución, y aquellas otras —carentes de restricciones jurídicas— que se atribuye en el momento de transición entre un orden normativo que colapsa y otro enteramente nuevo. O sea, entre el funcionamiento regular de las instituciones y su abolición. Te lo voy a explicar, “Gustavo ”, como con la confianza que nace del afecto a ti se dirige el más reciente de tus defenestrados ministros, por lo menos hasta el sábado 25. ¿Quién será el próximo?

La Carta Política en su artículo 3 dispone esta obviedad: que la soberanía reside exclusivamente en el pueblo, que es lo que se lee en la camiseta que usaste en tu acto de cam

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