En las últimas décadas, el sistema dominante -compresión de vapor- ha funcionado muy bien, pero a costa de usar refrigerantes con alto potencial de calentamiento si se fugan. De ahí los para recortarlos y el interés por tecnologías “calóricas” que enfrían activando cambios físicos en materiales (magnéticos, eléctricos, mecánicos) en lugar de recurrir a esos gases. El objetivo es triple: misma o mejor eficiencia, seguridad y coste razonable.
Por qué se busca otro modelo de frío
La refrigeración es ya un pilar de salud pública, industria alimentaria, farmacéutica y del confort en ciudades cada vez más cálidas. Al mismo tiempo, el parque global de aparatos crece de forma explosiva: más equipos significan más consumo eléctrico y más riesgo de fugas de refrigerantes tradicionales. El des

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