El suroeste de México sufre una ola de caza furtiva que deja a crías de mono araña arrancadas de los árboles, sedadas, atadas y metidas en bolsas , para ser contrabandeadas hacia Estados Unidos y vendidas como mascotas en plataformas sociales.

Las imágenes virales que muestran a los animales vestidos y tratados como bebés humanos han alimentado la demanda y ocultado la violencia que hay detrás, destacó CBS News.

Cifras que encogen: un problema mayor del que se ve

Jim Stinebaugh, agente especial del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos , afirma que casi 90 crías fueron confiscadas en la frontera entre Texas y México en los últimos 18 meses , y que esa cifra probablemente representa solo “una fracción” del total de monos araña introducidos ilegalmente en

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