El primer ministro Keir Starmer insistió en que no se dejaría intimidar por la presión para aprobar una nueva y controvertida megaembajada de China en Londres, respondiendo a las recientes amenazas de Beijing que ponen en duda los intentos del Reino Unido de mejorar las relaciones.

Cuando se le preguntó en una entrevista con Bloomberg si permitiría que Gran Bretaña fuera manipulada por China después de que esta advirtiera sobre las “consecuencias” que habría si el proyecto de Londres no se llevara a cabo, Starmer respondió: “No”.

“ La decisión sobre la embajada se tomará de la manera adecuada, independientemente de las opiniones o presiones de nadie ”, dijo el primer ministro.

China ha solicitado la construcción de lo que promete ser la sede diplomática más grande de Europa en e

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