Pasan los minutos y se va desnortando Carlos Alcaraz, desesperado por la telaraña que él mismo se ha tejido. Acaba enredado y asfixiado tras cometer 54 errores no forzados, más del doble de los que comete Cameron Norrie (25), y transige en su estreno en el Masters 1.000 de París, por 4-6, 6-3 y 6-4.

Cualquiera que haya visto el primer set no habría imaginado semejante traspié, pues todo parecía cuesta abajo tras el quinto juego, cuando Alcaraz se colocaba con un break de ventaja (3-2) y se resquebrajaba la moral de Norrie, una de las últimas esperanzas del tenis británico, espécimen que ha pasado años tratando de dar el gran salto, pero que nunca lo ha redondeado.

Una semifinal en Wimbledon (2022) y una ristra de años en el Top 20 definen a Norrie (30 años), no es poca cosa en general pe

See Full Page