El Día de Muertos es el resultado de un diálogo entre dos tradiciones , propias de contextos distintos: la mesoamericana y la europea; se ha convertido en un espacio de convergencia que permite mantener viva una tradición. La fusión de la cosmovisión mesoamericana y los rituales católicos implicó un proceso de reinterpretación y adaptación, reflejo de las perspectivas que conforman la identidad mexicana. En este diálogo se adopta y recrea lo que culturalmente sigue teniendo sentido: un momento propicio para honrar a los que ya no están, recordar el origen y la finitud de la vida.

Antes de la llegada de los españoles, los pueblos mesoamericanos —como los mexicas, mayas, purépechas y zapotecos— ya rendían culto a sus muertos, pero lo hacían de formas distintas a las actuales,

See Full Page