Amazon confirmó que planea despedir a 30.000 empleados en lo que será el mayor recorte de personal desde su fundación. La medida forma parte de una profunda reestructuración interna que busca reducir costos, optimizar operaciones y adaptarse a un contexto económico global más desafiante. El anuncio sacudió al sector tecnológico y generó preocupación entre los trabajadores de la compañía.

Según fuentes cercanas a la empresa, los despidos afectarán principalmente a áreas vinculadas al desarrollo de productos, servicios digitales y logística. También se verán impactadas divisiones como Prime Video, Alexa y Amazon Web Services (AWS), aunque aún no se detalló la distribución exacta por regiones o departamentos.

La decisión responde a una caída en la demanda de ciertos servicios, el aumento de

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