El alto el fuego en Gaza pende otra vez de un hilo tras un nuevo bombardeo israelí contra la población palestina, en venganza por un tiroteo de un francotirador contra soldados israelíes en Rafah, en el sur de la Franja, que Hamás niega, y tras la devolución este lunes de unos restos que no se corresponden con ninguno de los 13 rehenes israelíes muertos que quedan en la Franja.

Al menos 31 personas murieron, entre ellas nueve niños y seis mujeres, tras ordenar el primer ministro Benjamín Netanyahu al Ejército que realice operaciones de castigo, luego de denunciar que Hamás atacó a soldados israelíes, sin aportar más detalles.

Según fuentes sanitarias y locales, cuatro de los muertos se produjeron en el bombardeo contra una vivienda en la ciudad de Gaza donde vivía la familia Al Banna; tr

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