Cada año escuchamos advertencias sobre los daños del sol. Pero detrás del bronceado deseado acecha un riesgo real: los rayos ultravioleta (UV) pueden alterar nuestro ADN, acelerar el envejecimiento y contribuir al cáncer de piel. En España, según el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer, en el año pasado, 2024, se diagnosticaron más de 20.000 nuevos casos de cáncer cutáneo. Es una cifra alarmante que confirma que esto no es un problema de pocos, sino una realidad de muchos. Cabe destacar que ese número no incluye los carcinomas basocelulares (CBC), los más comunes, que muchas veces no se contabilizan como "cánceres mortales", aunque igualmente son consecuencia directa de la exposición solar. Por eso resulta vital que reconozcamos que cada minuto bajo el sol importa: aunqu

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