En general, los servicios de Renfe y Adif en León son muy deficientes. Pese a que ambas empresas se ocupan de áreas diferentes, es la combinación de ambas la que proporciona servicios de ferrocarril. Lo que ha sucedido con el puente de San Andrés del Rabanedo para salvar las vías, a la altura del Hospital San Juan de Dios, no tiene explicación. Construir un paso elevado para resolver un problema y dejarlo sin servicio es absurdo. Algo parecido pasa con la obra de Feve para llegar a la antigua estación de Matallana, abandonada para dejar el tren en la universidad, en la periferia urbana. No hay por dónde cogerlo. Tampoco tiene lógica el olvido de la variante del Manzanal, imprescindible en el principal corredor interior de comunicaciones y de actividad económica del noroeste del país. Es in

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