Este miércoles 29 de octubre Ana Rosa Quintana ha dedicado su programa de Telecinco a las víctimas de la DANA , el mismo día que se celebra el primer aniversario de la terrible catástrofe que azotó sin piedad zonas como Valencia. «En medio del barro, brotó de manera espontánea un aluvión de solidaridad que aún tenemos en el recuerdo. Un pueblo abandonado por las autoridades salió a las calles con cubos, palas y botas para echarse al barro. Los jóvenes de la mal llamada generación de cristal llegaron de todos los rincones, formaron cadenas humanas para retirar lodo, escombros y rescatar personas, sin jerarquía ni espera», ha dicho la comunicadora de Mediaset para, a continuación, alegar que: «Hoy rendimos homenaje no sólo a las víctimas, sino a todos los que demostraron que la identidad de un territorio no la genera solo su historia, su lengua o su cultura. También su capacidad para unirse cuando todo parece perdido. Valencia es una manera de ver el mundo».

El Programa de Ana Rosa ha arrancado un día más con el ya tradicional editorial de la presentadora, en el que habla de l a DANA que sufrió España hace un año y destaca que este mismo miércoles se celebra el aniversario de la terrible catástrofe que azotó sin piedad zonas como Valencia.

Ana Rosa cáncer

»Buenos días, Sólo el pueblo salva al pueblo. Lo vimos escrito con barro en las paredes de Valencia hace un año. Si algo quedó claro aquel trágico 29 de octubre de 2024 que se llevó la vida de 229 personas en la DANA de Valencia, es que sólo el pueblo salva al pueblo. En España, lo mejor es el pueblo . Esta frase la escribió Antonio Machado en una carta a un amigo en 1937 en la localidad valenciana de Rocafort, municipio cercano a las zonas más devastadas por la DANA, donde Machado y su familia se refugiaron de los horrores de la guerra y el abandono», comienza la presentadora.

Ana Rosa continúa: »88 años después, el pueblo de Valencia, abandonado por el Gobierno central y regional, hizo suya la frase de Machado. Como dijo el escritor Santiago Posteguillo, amaneció y no acudió nadie. Volvió a amanecer y tampoco acudió nadie . Tan solo el pueblo. En medio del barro, brotó de manera espontánea un aluvión de solidaridad que aún tenemos en el recuerdo. Un pueblo abandonado por las autoridades salió a las calles con cubos, palas y botas para echarse al barro. Los jóvenes de la mal llamada generación de cristal llegaron de todos los rincones, formaron cadenas humanas para retirar lodo, escombros y rescatar personas, sin jerarquía ni espera. Vecinos que, ante ambulancias atrapadas en canales se unieron para liberar al personal sanitario y a los pacientes, levantando coches a pulso. Mujeres que, tras perderlo todo, se convirtieron en puntos de apoyo convirtiendo los escombros en refugios. Agricultores que perdieron sus cosechas retiraban coches apilados con sus tractores. Miles de voluntarios caminaron durante kilómetros para llevar agua y comida».

»Hace un año despedí el programa desde el barro de la desolada Avenida Blasco Ibáñez recordando unas palabras del escritor, uno de los valencianos más universales. Blasco Ibáñez decía que tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: El olvido y la esperanza . Nosotros nos quedamos con la esperanza. Hoy rendimos homenaje no sólo a las víctimas, sino a todos los que demostraron que la identidad de un territorio no la genera solo su historia, su lengua o su cultura. También su capacidad para unirse cuando todo parece perdido. Valencia es una manera de ver el mundo. Nos quedamos con aquella icónica imagen en la que los voluntarios llegados de todas partes solo hicieron un alto en sus tareas para cantar el himno de Valencia. Un himno que dice: V alencianos en pie, levántense. Todos a una voz, hermanos, venid . Este programa está dedicado a la memoria de las víctimas. Viva Valencia» , finaliza Ana Rosa Quintana en el Aniversario de la DANA.