Washington — El gobierno del presidente Donald Trump restringió a 7,500 el número de refugiados que se admiten anualmente en Estados Unidos , los cuales, en su mayoría, serán sudafricanos blancos , un notable descenso anunciado el jueves que, en los hechos, suspende el papel tradicional de Estados Unidos como refugio para quienes huyen de la guerra y la persecución.

La medida consolida un importante cambio en la política hacia los refugiados, que coincide con los objetivos más generales del gobierno republicano, encaminados a mantener fuera a los extranjeros a los que considera un riesgo para la seguridad de la nación o una amenaza para los empleos en Estados Unidos. Ese cambio ha significado un endurecimiento de la aplicación de la ley de inmigración en las ciudades y fronter

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