Se cumple un mes desde que se revelaron fallos en el programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía. El 28 de septiembre, varias mujeres denunciaron a la Cadena SER que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) no había informado durante casi dos años sobre los resultados dudosos de las mamografías realizadas en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Inicialmente, la Junta de Andalucía limitó el problema a “tres o cuatro casos”. Sin embargo, el 24 de octubre, la Consejería de Sanidad reconoció que 2.317 mujeres no fueron informadas de resultados no concluyentes. La Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) estima que el número de afectadas podría ser mayor. La crisis ha provocado protestas contra el Gobierno de Juanma Moreno (PP) en varias localidades de la provincia. Aunque la mayoría de los resultados fueron negativos, muchas mujeres han desarrollado cáncer de mama en etapas avanzadas o incurables. El impacto psicológico de un diagnóstico de cáncer es significativo. La psicóloga Mercedes Virlán Chacón describe esta experiencia como una “tormenta emocional” que incluye miedo, shock, negación, tristeza, culpa e incertidumbre. “El miedo es central, pero también hay culpa y sensación de soledad”, explica. La situación en Andalucía ha intensificado la vulnerabilidad de las mujeres afectadas. “Cuando una mujer se entera de que no ha sido citada a su mamografía a tiempo, surge una profunda sensación de vulnerabilidad”, señala Virlán. Esta inseguridad puede llevar a ansiedad, enfado e incluso miedo al futuro. Virlán enfatiza que los programas de detección del cáncer son más que herramientas médicas; son una garantía emocional. “Cuando esa red falla, el daño psicológico es tan real como el físico”, afirma. El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres en España. En 2024, se diagnosticaron 35.875 casos de esta enfermedad. Los programas de cribado se realizan cada dos años en mujeres de entre 50 y 69 años y son cruciales para la detección precoz del cáncer. La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) destaca que “las posibilidades de cura de los cánceres de mama detectados en su etapa más precoz son casi del 100 %”. La crisis en el cribado ha erosionado la confianza de miles de mujeres en el SAS y en las instituciones. El presidente Moreno Bonilla enfrenta el desafío de restaurar la confianza en el sistema de salud pública, especialmente entre las mujeres afectadas, que cuestionan la solidez del mismo. La desconfianza puede complicar el proceso de tratamiento, ya que “cuando una paciente cree en el sistema, colabora con el equipo médico”.