El próximo 4 de noviembre los neoyorquinos tienen una cita en las urnas para elegir al alcalde de la ciudad más poblada de Estados Unidos . Lo que parecían unos comicios locales han pasado a convertirse en toda una prueba nacional. El país observa expectante una contienda política en la que, por primera vez, un musulmán podría convertirse en el líder de la capital económica norteamericana, un hito sin precedentes que ya está agitando los equilibrios políticos, mientras Donald Trump, que sigue muy de cerca todo lo que ocurre en su ciudad natal, amenaza con recortar los fondos federales si , de 34 años recién cumplidos, finalmente gana la alcaldía. El candidato elegido por los votantes demócratas en las primarias de su partido ha liderado todas las encuestas, aunque asusta a la vieja gu

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