Mientras el secretario del Tesoro de EE.UU, Scott Bessent en la semana previa a las elecciones firmaba casi un cheque en blanco para sostenernos, una delegación de compradores chino s estuvo en Buenos Aires visitando exportadores. Dejaron como mensaje que, a raíz de la pelea con Trump, Argentina y Brasil son para Beijing proveedores confiables de alimentos.

No fueron solo palabras: triplicaron las compras del poroto de soja que pasó de 4 millones de toneladas a las 12 millones actuales, lo que implica saltar de US$ 1.000 millones a US$ 4.000 millones. Y avanzaron con los acuerdos con el Senasa, el servicio de sanidad, para enviarles maíz y trigo. Hasta salieron dos barcos de harina de soja a Shangai.

En ese ambiente se observa muy activa a Cofco, de China y una de las principales exp

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