La escena es cada vez más común: abres tu navegador y, sin escribir una palabra, te sugiere lo que estabas pensando. Comet, el nuevo navegador de Perplexity, y Atlas —la versión más proactiva de ChatGPT— se presentan como asistentes ideales. No solo buscan información; piensan contigo, recuerdan tus hábitos y predicen tus deseos .

Pero detrás de esa comodidad brillante y futurista, hay una pregunta inevitable: ¿cuánta información estás dejando al descubierto mientras ellos “aprenden” de ti?

Pero ojo: la obsesión por que la IA nos conozca mejor podría ser la tumba de nuestra privacidad digital.

Y aunque Comet promete transparencia y ChatGPT asegura encriptación avanzada, ninguna de estas promesas cambia el hecho de que alimentar a la máquina requiere abrirte, literal y digitalmente.

See Full Page