La Policía Nacional ha desarticulado un violento grupo juvenil que mantenía en vilo a los vecinos de la barriada palmesana de Son Rapinya . Dos adultos —ambos de origen español— y un menor de edad han sido detenidos como presuntos autores de tres robos con violencia, lesiones, amenazas y pertenencia a grupo criminal, después de varias semanas sembrando el miedo en la zona. S e trata de la conocida ‘banda del chupete’. Este nombre les viene dado porque sus integrantes, desde muy corta edad, se convirtieron en un auténtico terror para sus vecinos.
Desde comienzos de octubre, los agentes del Grupo de Investigación Oeste habían recibido al menos tres denuncias por agresiones y asaltos en la vía pública. Las víctimas, en su mayoría jóvenes, describen un patrón de actuación idéntico: tres varones que actuaban en grupo, con una coordinación milimétrica y una violencia desmedida.
Los investigadores comprobaron que los ataques se producían a última hora de la tarde, en lugares frecuentados por adolescentes, como parques o plazas. El objetivo, según los agentes, era intimidar, golpear y despojar a las víctimas de sus pertenencias mediante amenazas y fuerza física.
El primer robo tuvo lugar en las inmediaciones de un parque del barrio. Un menor denunció que los tres agresores le rodearon y, tras insultarle y sujetarle por los brazos , le arrebataron el reloj que llevaba puesto —valorado en unos 300 euros— y una pequeña cantidad de dinero. Antes de marcharse, le amenazaron con represalias si acudía a la policía.
Días después, el mismo grupo atacó con brutalidad a otro joven. Según la denuncia, lo golpearon con puños y patadas por todo el cuerpo, utilizando incluso mecheros en las manos para aumentar el daño. Cuando la víctima yacía en el suelo, los agresores le sustrajeron un reproductor de música y un teléfono móvil, y le obligaron a realizar una transferencia de 243 euros tras comprobar que su tarjeta bancaria no funcionaba en el cajero. Antes de huir, rompieron la tarjeta SIM de su móvil para dejarlo incomunicado y lo amenazaron nuevamente.
El tercer ataque se produjo frente a la vivienda de otro menor, al que abordaron con insultos y amenazas. Como el joven no llevaba dinero, lo forzaron a acompañarles a un establecimiento donde le obligaron a comprar bebidas, comida y tabaco. Durante todo el asalto lo golpearon y le robaron su teléfono móvil, valorado en unos 700 euros , advirtiéndole que si denunciaba «irían a por su familia».
La secuencia de agresiones generó un clima de alarma e inseguridad en Son Rapinya . Tras las denuncias y una intensa labor de seguimiento, los agentes lograron identificar plenamente a los tres sospechosos. Dada la gravedad de los hechos, se organizó un dispositivo de detención que culminó con su arresto en el domicilio de uno de ellos, donde además se recuperó uno de los objetos robados.
Tras pasar a disposición judicial, los dos adultos ingresaron en prisión provisional , mientras que el menor fue remitido a la Fiscalía de Menores. La investigación continúa abierta por si los detenidos pudieran estar implicados en otros hechos similares.

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