“Dígame dónde está mi hija. Usted también tiene hijas y nietas”.

Un fenómeno poco visibilizado, sin embargo, profundamente frecuente.

Hombres que aprendieron el abandono y lo devuelven convertido en castigo.

Reeditan el mismo abandono, perpetuando una cadena de dolor que un día comenzaron.

Por Ericka Contreras Pérez

“Dígame dónde está mi hija. Usted también tiene hijas y nietas. No les deseo a ellas esto, por favor, piense en ellas.” Esa fue mi súplica ante la abuela de mi hija la última vez que la vi, cerca de las dos de la madrugada, al llegar al domicilio donde se suponía que estaría con su padre. La abuela permaneció callada. A la autoridad le dijo que su hijo y su nieta habían salido a una consulta médica, que por eso no estaban en casa. Fue una de las muchas mentiras que aco

See Full Page