Nunca entenderé por qué hay gente, sobre todo padres y madres que no adoran con toda su alma la cotidianeidad del año escolar . Para mi la palabra "marzo" no me trae ningún tipo de asociación a la vendimia, al fin de las vacaciones, ni al comienzo del otoño. Para mi marzo es el sinónimo de la palabra más tranquilizadora del mundo: rutina . Lo único parecido a esto a partir de diciembre es la escuela de verano .

El fin del ciclo lectivo no hace más que acrecentar los fantasmas veraniegos: desde la proximidad de las fiestas de fin de año, hasta el comienzo de una inagotable pérdida económica que significa que los chicos no tengan nada que hacer y comiencen a aburrirse en casa.

Ante este ambiente de caos, te quedan dos caminos, madre al borde del colapso nervioso que significa e

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