Más de cien personas siguieron a los danzantes aztecas a través de un arco de flores de papel hacia la preparatoria "El Colegio", para visitar las ofrendas que los estudiantes habían creado en conmemoración del Día de Muertos.

"Es una forma de dar la bienvenida a nuestros antepasados en nuestros hogares, de traerlos de vuelta a nuestras vidas, aunque no estén aquí físicamente, sino espiritualmente", dijo Daniela Rosales, estudiante de último año en la pequeña escuela bilingüe de Minneapolis.

"Es una manera de reunir a toda la comunidad y de saber que, de algún modo, pueden sentirse seguros".

Estas celebraciones, esenciales en la vida religiosa, familiar y comunitaria de la mayoría de los mexicanos y muchos otros latinoamericanos, han cobrado un significado especial este año en las comun

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