Lamentable realidad.

Al alcalde Carlos Alberto Manzo Rodríguez le correspondió iniciar la etapa del México donde los líderes sociales dictan su epitafio antes de ser ejecutados.

Dejó su testamento político y condena en redes sociales:

-A mí me podrán intimidar o amenazar, pero afuera hay un pueblo que exige justicia. Hay un pueblo que ya está cansado.

Los primeros resultados de esta premonición la sufrió el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien enfrentó la ira popular y huyó del rechazo generalizado con una galaxia de escoltas, prueba de sus temores y su desgobierno.

Pero también la manifestaron ayer los rostros presidencial y de los integrantes del Gabinete de Seguridad, acaso sorprendidos porque se multiplican los crímenes políticos.

Y repercutió en Estados Unidos, donde el sub

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