Al bate y sin guante Zoé Valdés

Sin compasión

Mientras Occidente se hunde avergonzado de ser lo que fue, Oriente crece, se sublima, se agiganta, brilla con un esplendor que ya podemos considerar un espléndido futuro. Reitero, vean y comparen el espectáculo de la inauguración del nuevo Museo de Egipto con la basura de los Juegos Olímpicos de París

El acto de homenaje a las víctimas de la tragedia provocada por la dana dio vergüenza; ni una pizca de compasión, ni de prioridad a la esperanza, ni una concesión a una vida mejor. Todo muy cutre, frío, manchado por los politiqueros y la politiquería, o sea, esterilizado por ellos. Ni una palabra dedicada a Dios, ni un padrenuestro, ni un avemaría. Vamos, un mitin más, de los de andar por casa. Sentí vergüenza, sentí asco, tanto que hasta el

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