PNV y PSE-EE han registrado en el Parlamento Vasco una proposición de ley para regular los festejos taurinos con reses pequeñas, más jóvenes de año y medio, y participantes menores de 16 años. El texto, que asegura tener en el frontispicio el “bienestar animal”, plantea que el Gobierno autonómico se compromete a “divulgar los valores históricos y tradicionales asociados a los festejos”. Y arranca con la constatación de que “la tauromaquia popular tiene una larga y documentada tradición en Euskadi” y de que hay que asegurar su “continuidad” entre las nuevas generaciones.

Nacionalistas y socialistas han planteado esta iniciativa al margen del calendario legislativo, un documento que es público . Al lanzar el texto directamente en el Parlamento y no desde el Gobierno no son preceptivos los informes que acompañan a los proyectos de ley gubernamentales, tales como la memoria económica, los dictámenes jurídicos y otros estudios complementarios. Se trata, además, de una propuesta de tramitación “urgente”, es decir, con menos margen para el debate en ponencia legislativa. Copia, de alguna manera, la reforma 'exprés' de la normativa de caza aprobada también en esta legislatura y cuyo único fin era permitir la participación de menores como acompañantes en las monterías para asegurar el relevo generacional. Aquí se sumaron en la votación PP y Vox .

La ley es corta, de 19 artículos y dos disposiciones. En la exposición de motivos se apunta a que son alrededor de un millar los festejos anuales con becerros en los que participan menores. Esos eventos “integran” a los niños y adolescentes “en los ritos festivos de la comunidad” y les enseñan “reglas y usos” para que, de mayores, puedan participar de forma “segura” en festejos para adultos, se argumenta en el texto, firmado por los portavoces de ambos partidos, Joseba Díez Antxustegi, del PNV, y Eneko Andueza, del PSE-EE. Estos festejos, insisten, son “patrimonio cultural inmaterial”.

Los partidos que conforman el Gobierno entienden que las comunidades “limítrofes”, como La Rioja, y Navarra -pero citan igualmente a Aragón-, ya tienen un marco “seguro” para estas becerradas y que Euskadi ha de adoptarlo también. Se deja claro que la norma no afecta al resto de festejos taurinos, ni a los que emplean reses mayores ni a las corridas de toros “profesionales”. De hecho, “se prohíbe explícitamente” herir o maltratar a las reses, también matarlas. Habrá sanciones de hasta 150.000 euros y se aboga por inculcar en los menores “su interés por la crianza y la etología animal”.

La norma define estas sueltas de reses como “festejos taurinos tradicionales de fomento” y pueden ser en recintos cerrados o en la calle, a modo de encierro, sin cuerda o con ella ('sokamuturra') o en espectáculos de recortadores. Son “un juego de habilidad y sin daño para el animal”, apunta la ley. Se podrá participar en ellos hasta los 16 años. Los menores de 14, en todo caso, irán acompañados de un mayor de edad. En todos los supuestos “se requerirá autorización escrita del padre, madre o tutor legal”. Aunque la norma solamente alude a menores, que tienen prohibido el consumo de alcohol y de otras sustancias en cualquier circunstancia, se indica expresamente que estarán vetados quienes muestren “síntomas de intoxicación etílica o por sustancias estupefacientes”.

Todos los festejos serán autorizados por Juegos y Espectáculos, que depende de Seguridad. Habrá un organizador con responsabilidad sobre su desarrollo y con la obligación de pararlo si se incumple la normativa, aunque también lo podrían hacer los “agentes de la autoridad”. No podrán celebrarse de noche, entre las 22.00 y las 7.00 horas. Habrá un “veterinario colegiado” controlando el “desembarque” de los animales para comprar su edad y su “aptitud”. Tendrá que estar “localizable” durante la becerrada “para intervenir si fuera necesario”.

La ley fija requisitos de seguridad, tales como burladeros o vallados adecuados. El maltrato a los animales, que llevarán siempre “protegida” la cornamenta, puede ser una infracción “grave” si no se causan al becerro “lesiones permanentes” o “muy grave” si sí se le dejan secuelas o si el animal fallece. PNV y PSE-EE justifican la urgencia en la necesidad de que la norma esté en vigor mucho antes de la próxima temporada estival de modo que organizadores y otros sectores afectados puedan conocerla y, en su caso, adaptarse. Nacionalistas y socialistas tienen mayoría absoluta en el Parlamento Vasco, de modo que el texto saldrá adelante sí o sí.