El gobierno de México defendió su decisión de otorgar asilo diplomático a la ex primera ministra de Perú Betssy Chávez Chino, por lo que rechazó la medida “unilateral” de la administración interina peruana de romper relaciones diplomáticas.

Consideró que la determinación de Lima es “excesiva y desproporcionada”, a la par que enfatizó que brindar asilo –motivo del rompimiento decretado por las autoridades de la nación andina– representa un “acto legítimo de México y apegado a derecho internacional, el cual en modo alguno constituye una intervención en los asuntos internos de Perú”.

Anoche, más de seis horas después del anuncio hecho por el gobierno del mandatario interino José Jerí, la administración de la presidenta Claudia Sheimbaum fijó una posición oficial.

En un comunicado difundido

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