Los lectores suelen pensar en capas, máscaras y grandes poderes cuando escuchan la palabra cómic . El imaginario colectivo asocia este formato con figuras como Superman , Spider-Man o Batman , héroes que nacieron en Estados Unidos y definieron la cultura popular durante décadas. El motivo de esa asociación es evidente: las grandes editoriales de superhéroes definieron y controlaron el mercado global con tramas centradas en el heroísmo y la lucha contra el mal .

Sin embargo, el cómic abarca territorios más amplios, donde la s historias humanas, sociales o históricas tienen un peso propio. Esa amplitud explica que un presidente del Gobierno haya decidido recomendar una obra que no se apoya en poderes ni en villanos, sino en la memoria de la posguerra española .

Teresa Valero recrea la España de los cincuenta desde la mirada de dos periodistas acorralados por la censura

Pedro Sánchez , presidente del Gobierno, publicó recientemente en su cuenta de TikTok un vídeo en el que aconseja leer el cómic Contrapaso: Los hijos de los otros . En la grabación afirmó: “Tenemos muy buen cómic en España, os recomiendo que leáis algunos cómics”.

Añadió que la obra de Teresa Valero “se hace para relatar y también denunciar la represión que se vivió durante la dictadura”. Con ese mensaje, Sánchez presentó una recomendación cultural poco habitual en su perfil, centrado hasta ahora en asuntos institucionales.

La obra de Teresa Valero sitúa su primera parte, Los hijos de los otros , en la España de 1956. Los protagonistas, Léon Lenoir y Emilio Sanz , son periodistas de sucesos en el diario La Capital . Ambos investigan un supuesto suicidio que termina destapando una trama de corrupción médica y censura en plena dictadura. El cómic muestra cómo la prensa se enfrentaba a las limitaciones del régimen y cómo el miedo condicionaba cada paso de una investigación.

La segunda entrega amplía el universo de "Contrapaso" con un nuevo caso

La segunda entrega, Mayores, con reparos , publicada en 2025, amplía ese universo narrativo. En esta ocasión, un censor eclesiástico aparece muerto en un cine con un rollo de celuloide en la boca. A partir de ese hallazgo, Lenoir, Sanz y Paloma Ríos siguen una pista que involucra a jerarcas del régimen, estraperlistas y cineastas perseguidos .

Las dos historias se desarrollan en el Madrid gris de la posguerra, donde las diferencias ideológicas y las tensiones políticas marcan el ritmo de cada caso. L a autora ha confirmado que Contrapaso será una trilogía , aunque el cierre de la historia no llegará a corto plazo.

El éxito editorial consolidó a Teresa Valero como una de las voces más respetadas del cómic en España

El primer volumen, aparecido en 2021, se agotó a los dos meses de su lanzamiento y tuvo una segunda edición inmediata. A raíz de su éxito, se reeditó Curiosity Shop , otra obra anterior de Valero, que alcanzó también gran difusión en 2024. Ese reconocimiento situó a la autora entre las principales figuras del cómic español contemporáneo . Su estilo combina guion detallado, documentación minuciosa y un dibujo expresivo que refuerza la atmósfera de los años 50.

La crítica especializada elogió la solidez de la serie. Destacan su solidez argumental, su ritmo ágil y su manera de mostrar las sombras de la dictadura a través de personajes complejos y bien construidos La valoración subrayó el equilibrio entre intriga periodística y análisis social, elementos que se integran con naturalidad en cada viñeta.

El vídeo de Pedro Sánchez ha ampliado la visibilidad del cómic en las redes. En la misma publicación, el presidente propuso un segundo título de Rosa Ponce y recomendó la música de Restinga , cuyo primer disco, según dijo, “merece la pena”. Ahora el presidente se ha adentrado en el terreno digital con una línea de contenido centrada en recomendaciones literarias y musicales, donde combina obras gráficas, novelas y canciones.

El revuelo del vídeo ha convertido Contrapaso en una de las obras más buscadas del fin de semana, aunque las ediciones están disponibles en librerías especializadas. La recomendación presidencia, por lo tanto,l ha servido para recordar que el cómic español aborda con rigor su propia historia y ofrece miradas diversas sobre la memoria del país.