La Comisión Europea aprobó este miércoles un nuevo paquete de transporte con el que pretende acelerar la implementación de la red ferroviaria de alta velocidad de Europa. El nuevo Plan de Acción para el Ferrocarril de Alta Velocidad tiene como objetivo reducir los tiempos de viaje y hacer del tren una alternativa más atractiva al viaje aéreo. La propuesta afecta directamente a España con el objetivo de conectar en tres horas a Lisboa con Madrid y a la capital de España con París en solo seis horas, a través del País Vasco, entre 2030 y 2040.
De esta manera, el viaje Madrid-Lisboa se reduce tres horas y el trayecto entre Madrid y París se rebajará en casi cuatro horas. Los pasajeros podrán viajar de Berlín a Copenhague en cuatro horas en lugar de las actuales siete o de Sofía a Atenas en seis horas en lugar de las 13 horas actuales, al igual que se mejora la conectividad entre las capitales bálticas.
Aunque el programa afecta a España, Bruselas ha optado por dirigir la mayor parte de los proyectos y la inversión en la Europa del Este y Central. “Los 12.000 km de trenes de alta velocidad de Europa todavía están concentrados hoy en día en solo unos pocos Estados miembros, en España, Francia, Italia y Alemania, mientras que Europa Central y Oriental siguen lamentablemente mal conectadas”, ha explicado el comisario de Transporte Sostenible, Apostolos Tzitzikostas.
La Comisión Europea calcula que para conseguir finalizar la red de alta velocidad planificada para 2040 se tendrá que desembolsar unos 345.000 millones de euros, mientras que la propuesta de una red que opere a velocidades por encima de los 250 km/h eleva el coste hasta los 546.000 millones de euros hasta 2050.
Ante estas magnitudes, Bruselas admite que solo la financiación pública no será suficiente por lo que se va a buscar inversores privados. “El desarrollo de la red de trenes de alta velocidad requerirá inversión privada, así como préstamos y garantías de instituciones financieras, como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y los bancos e instituciones nacionales de promoción pública”, explica la Comisión.
Para conseguir este montante, la Comisión desarrollará una estrategia de financiación y entablará un diálogo estratégico con los Estados miembros, las instituciones financieras y otros actores clave para cerrar la brecha de inversión. La Comisión pretende alcanzar un “Acuerdo de Alta Velocidad Ferroviaria” que se acordará en 2026 para establecer compromisos conjuntos para movilizar recursos entre todos estos actores.
En el plan europeo también se recoge que en 2030, todos los grandes aeropuertos de la UE que manejen más de 12 millones de pasajeros deberían estar conectados a trenes de larga distancia o de alta velocidad. La Comisión va a evaluar la conectividad de los 40 aeropuertos principales y promoverá las mejores prácticas para la integración. En el caso de España, los aeropuertos que sobrepasan los 12 millones de pasajeros son el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas (66 millones), Josep Tarradellas Barcelona-El Prat (55 millones), Palma de Mallorca (33 millones), Málaga-Costa del Sol (24 millones), Alicante-Elche Miguel Hernández (18 millones), Gran Canaria (15 millones) y Tenerife Sur (13 millones).
2.900 millones para promover combustibles sostenibles
La Comisión Europea también ha aprobado el Plan de Inversión en Transporte Sostenible (STIP) para impulsar la inversión en combustibles renovables y de bajo carbono, centrados en la aviación y el transporte marítimo. El objetivo es alcanzar 20 millones de toneladas de combustibles de biocombustibles y e-combustibles para 2035.
Bruselas ha previsto una inversión estimada de 100.000 millones de euros para acelerar la producción nacional de combustibles biológicos y no biológicos que contribuya a reducir la dependencia europea de combustibles fósiles importados y mejorar la competitividad de sus industrias.
Las principales medidas de inversión que buscan movilizar al menos 2.900 millones de euros a través de los instrumentos de la UE para 2027 incluyen 2.000 millones para combustibles sostenibles, 300 millones a través del Banco Europeo del Hidrógeno para apoyar los combustibles basados en hidrógeno para la aviación y la navegación, 446 millones para proyectos de combustible sintético y 133,5 millones dedicados a investigación e innovación relacionadas con combustibles en el programa Horizon Europe.
Además, la Comisión va a lanzar un proyecto piloto bajo el nombre de Coalición de Primeros Adoptantes de SAF ( Sustainable Aviation Fuels ) para finales de 2025, con el objetivo de movilizar al menos 500 millones para proyectos de combustible de aviación sintético. A medio plazo, la Comisión pretende establecer un mecanismo que conecte a los productores y compradores de combustible sostenible, proporcionando certeza de ingresos y reduciendo el riesgo de inversión.

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