El presidente ecuatoriano Daniel Noboa decretó un nuevo estado de excepción en cinco provincias y tres cantones del país, alegando “grave conmoción interna” ante el incremento de la violencia y la actuación de grupos criminales.

La medida, establecida mediante el Decreto Ejecutivo 202, tendrá una duración de 60 días y suspende derechos constitucionales como la inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia. El decreto rige sobre las provincias de Manabí, Guayas, Santa Elena, Los Ríos y El Oro, además de los cantones La Maná (Cotopaxi), Las Naves y Echeandía (Bolívar).

El texto gubernamental argumenta que estas zonas presentan “altos índices de criminalidad” y que sirven como “centros de logística y resguardo” para las organizaciones armadas, vinculadas al narcotráfico y a la minerí

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