El hecho ocurrió el lunes, pero trascendió ayer. Ese día, después de la reunión de gabinete que dejara la foto con el nuevo elenco, Javier Milei encabezó en la Casa Rosada una ceremonia con pastores evangélicos. Escuchó oraciones, fue bendecido y, con la voz quebrada, atribuyó el triunfo bonaerense “al uno”. Se supone que hablaba de Dios. El Presidente fue acompañado -cuando no- por la secretaria General Karina Milei, el asignado jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y el nuevo ministro del Interior, Diego Santilli.
La convocatoria fue impulsada por la Alianza de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), que agrupa a más de 15.000 congregaciones. El encuentro, según sus autoridades, tuvo un carácter institucional: “Fue un evento para bendecir al país, al Presidente y su gabinete

Diario El Día de La Plata

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